En una nueva entrega de Informe de coyuntura del Centro Interdisciplinario de Estudios de la Facultad de Ciencias Económicas (CIEFCE),  el docente Dr. Leandro Rodríguez escribe «Recesión y brecha del producto: ¿Resulta sostenible la reducción de la inflación del programa libertario?«.

El programa de estabilización libertario reconoce un resultado palpable: logró reducir la tasa de inflación del 12% mensual en noviembre/23 a menos del 2% en los últimos tres meses (junio-agosto/25) (medida por la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor -IPC-). La información en este sentido es contundente. Sin embargo, a más de 18 meses de su instrumentación, la estrategia gubernamental aún
no ha pasado la prueba de fuego de toda estabilización que se precie de exitosa: la combinación simultánea del proceso de desinflación con la expansión de la producción y el empleo.

En efecto, la política antiinflacionaria de Milei y Caputo se apoyó en un shock recesivo inicial, recurso frecuente en las transiciones desde regímenes de alta inflación. La finalidad de este tipo de estrategias es inducir a los agentes económicos a moderar los incrementos de precios y a reconfigurar sus expectativas hacia un escenario de mayor estabilidad. A tal fin, Milei aplicó un ajuste fiscal primario
inédito en la historia argentina por su magnitud y profundidad (“ancla real” del programa). En el año 2024 y los primeros dos trimestres de 2025, el Gasto público federal primario (sin contar intereses de la deuda pública) cayó casi 5 puntos porcentuales del PBI efectivo. Esta política, junto a la devaluación de diciembre/23 -deterioro del salario real-, provocó una brecha del producto efectivo respecto del
potencial del 7,5% en los dos primeros trimestres de aplicación del plan. Ello supuso un alto costo en términos de producción y empleo, pese a la recuperación del sector agropecuario tras la sequía histórica 2022/23. En la segunda mitad de 2024, el programa mostró signos de efectividad al combinar la desaceleración sostenida de la inflación con una reducción progresiva de la brecha del producto. No
obstante, a partir de comienzos de 2025 esa dinámica perdió consistencia: la desinflación se estancó y la economía volvió a exhibir un patrón de estancamiento, con señales de deterioro en la actividad y el empleo.

En este contexto, particularmente con la inestabilidad de los últimos meses, emerge la pregunta por la sostenibilidad del programa de estabilización libertario y los escenarios posibles. En el presente informe pretendemos ofrecer algunas claves en este sentido.